A través de un comunicado, el Ministerio de las Culturas informó este lunes que la profesional Claudia Soto fue desvinculada.
Después de un reportaje que exponía la participación de la funcionaria Soto como dirigente vecinal utilizando el seudónimo de «Gloria Bascuñán», «se ha determinado poner fin a su contrato de prestación de servicios a honorarios», explicaron desde el ministerio.
«Reiteramos nuestra total disposición con las autoridades competentes para colaborar en las investigaciones que se puedan realizar», dice también el comunicado.
Por otra parte, explicaron que «como ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, respetamos la libre expresión y las actividades de nuestros trabajadores, siempre que no contravengan la normativa que nos rige como institución pública».
Su historia es la siguiente. Como funcionaria del Ministerio de las Culturas, participaba como principal activista de las reivindicaciones de una toma en Cerro Navia. Lo curioso es que cambiaba de identidad según el lugar donde estuviera.
Mientras actuaba como dirigente de la ocupación irregular, se hacía llamar Gloria Bascuñán. Incluso dictó charlas y firmó actas ante el Serviu con esa identidad. Pero su nombre real es Claudia Soto, según pudo constatar Reportajes T13.
Ahora la Fiscalía y el propio Ministerio donde hasta hace poco trabajaba anunciaron una investigación en su contra.
Como funcionaria a honorarios del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Soto recibía un sueldo mensual bruto de más de 2 millones 200 mil pesos.
El trabajo además muestra el momento en que se le pregunta a Gloria por Claudia Soto, su verdadera identidad. “En verdad no tengo nada que ocultar. No le he robado a nadie y no soy corrupta”, fue su reacción.