Este martes, inicia la formalización de 20 personas acusadas de formar parte de una red de corrupción y tráfico de armas que operaba desde la cárcel, de los cuales nueve son gendarmes de la cárcel de Huachalalume de La Serena.
Las detenciones ocurrieron el viernes pasado, en medio de un operativo simultáneo en las regiones Metropolitana y Coquimbo. Según la Fiscalía Metropolitana Occidente, los gendarmes se dedicaban a ingresar elementos prohibidos al penal, como celulares que vendían a los internos.
Lo anterior lo hacían luego de que se les pagara una suma de dinero por parte de amigos y familiares de las personas privadas de libertad. Esto les permitió comprar vehículos del año, entre otras cosas, que fueron incautados durante los allanamientos.
“En esta operación se incautaron cerca de tres kilos y medio de drogas, armas de fuego, 15 millones de pesos en dinero en efectivo y se detuvo a nueve funcionarios de Gendarmería en servicio activo”, dijo el fiscal jefe de la Fiscalía Metropolitana Occidente, Marcos Pastén.
“Gendarmería rechaza los casos de corrupción”
En tanto, el inspector operativo (s) de Gendarmería, el coronel Rubén Pérez, descartó que exista corrupción en la institución: “Gendarmería rechaza los casos de corrupción (…) En el año 2022 fueron expulsados 1908 funcionarios, en 2023 fueron 158 y hasta la fecha 318 funcionarios”.
Finalmente, son 20 quienes deben enfrentar la justicia, de ellos nueve son gendarmes activos, mientras que el resto son personas privadas de libertad y sus familiares, a los cuales se les van a imputar varios delitos, como asociación ilícita, tráfico de armas y de drogas, cohechos, lavado de activos, entre otros.