Una banda de diez chilenos fue detenida ayer en Buenos Aires tras ser acusados de robar camionetas en la capital trasandina y luego enviarlas a Paraguay. De acuerdo al diario La Nación, los chilenos atracaban camionetas 4×4 estacionadas en la vía pública, específicamente en los sectores de Villa Devoto, Monte Castro, Villa Real, La Boca, Mataderos, Caballito y Villa Luro.
Todos los vehículos robados eran marca Nissan, modelo Frontier, por lo que se le denominó «la banda de la Frontier». La organización actuó entre el 1 de junio y el 5 de julio pasados, hasta que sus integrantes fueron detenidos después de una investigación que incluyó, por parte de detectives de la Policía de la Ciudad, el análisis de las imágenes de 2200 cámaras de seguridad.
La Nación sostuvo que «once sospechosos, diez de nacionalidad chilena y un ciudadano argentino, fueron procesados con prisión preventiva por integrar una asociación ilícita, resolución dictada por el juez Alberto Baños. La decisión de primera instancia fue confirmada por la Sala I de la Cámara del Crimen, integrada por los jueces Mariano Scotto y Pablo Lucero. En la pesquisa participó el fiscal José María Campagnoli y su equipo de colaboradores».
«Todos [por los sospechosos] ingresaron en calidad de turistas. Sin embargo, ninguno tenía pasajes de regreso. El turismo como explicación para la llegada de este grupo a la Argentina no es en absoluto verosímil. Tampoco parece que su propósito fuera el de instalarse definitivamente, ya que ninguno acreditó alguna gestión administrativa en ese sentido ni el ejercicio de una actividad legal remunerada», afirmó el magistrado Alberto Baños.
Según el periódico, dos detalles llamaron la atención. «Por un lado, una camioneta 4×4 fue sustraída dos veces del mismo lugar: Arias al 4400, en Saavedra. El primer robo ocurrió el 16 de junio pasado a las 3.30. Fue hallada en el estacionamiento del bingo de Lomas del Mirador, en La Matanza, donde la banda la dejó para ‘enfriarla’, como se denomina, en la jerga del hampa, al tiempo que el auto queda estacionado en algún lugar para saber si es rastreado a partir de la información del GPS. Cinco días, entre las 0.10 y las 4, los delincuentes la volvieron a sustraer. Por otro lado, por un vehículo robado el 20 de junio a la 1.07, en Montiel al 2300, en Mataderos, la organización criminal le exigió a su propietario 1.500.000 de pesos para devolvérselo».
El juez Baños agregó que «llama rápidamente la atención que todos los hechos tuvieron como objeto camionetas Nissan Frontier, vehículos que estaban estacionados en la vía pública. Los robos se concretaron en horas de la noche y, primordialmente, de la madrugada. Además, al situarlos espacialmente se advierte que, salvo alguna excepción, las camionetas se sustrajeron en puntos que garantizaran la salida rápida de la ciudad de Buenos Aires hacia el conurbano bonaerense».
Según se desprende del expediente judicial, para elegir su «objetivo», la banda criminal recorría las calles de la ciudad en una camioneta Hyundai Tucson, con patente chilena, a nombre de uno de los sospechosos detenidos, y, en algunas ocasiones, en un Chevrolet Prisma Joy que había sido alquilado.
«Al localizar un vehículo de su interés, tarea que en ocasiones estaba a cargo de las mujeres que integran la organización, detenían la marcha, desconectaban la bocina para evitar la activación de la alarma sonora, forzaban una cerradura o quebraban el vidrio de una puerta para ingresar y encendían el motor de la camioneta valiéndose de algún dispositivo tecnológico, para luego darse a la fuga», explicó el juez Baños en la citada resolución.
El dispositivo tecnológico al que hizo referencia el magistrado era una llave genérica con una nueva frecuencia asignada. «Uno de los delincuentes manipulaba la computadora de a bordo, denominada On Board Diagnostinc (OBD) y le asignaban la frecuencia de arranque correspondiente a la llave genérica utilizada», explicaron fuentes de la Policía de la Ciudad.