La búsqueda de un mini submarino que desapareció con cinco personas a bordo mientras descendía hacia los restos del Titanic parece haber acabado de la peor manera.
Esto porque expertos señalan que el oxígeno del sumergible se habría agotado.
El submarino, de menos de siete metros de eslora, contaba con una reserva de oxígeno de hasta 96 horas, la cual, según cálculos, habría acabado durante la madrugada de este jueves.
La esperanza de encontrar con vida a los cinco turistas se mantenía, sobre todo luego de que un avión canadiense detectara “sonidos” bajo el mar durante la madrugada.
“Mientras está en marcha una operación de búsqueda y rescate, hay esperanza“, señaló el capitán Jamie Frederick, portavoz de la Guardia Costera de Estados Unidos, evitando referirse a un eventual final de la búsqueda.
Buques de Canadá, Estados Unidos, Noruega, Francia y especialistas de la Armada estadounidense y de la Royal Navy, la Marina real británica, se incorporaron a la operación de búsqueda, junto a tres aviones C-130 del ejército estadounidense.
Alerta por riesgo de viaje
Según el medio The New York Times, Stockton Rush, director ejecutivo de OceanGate, fue advertido en 2018 de que la embarcación podría originar problemas “desde menores a catastróficos”.
Precisamente, Rush es uno de los pasajeros desaparecidos, junto a Shazada Dawood, de nacionalidad paquistaní, administrador de una organización sin ánimo de lucro con sede en California, su hijo Suleman, Hamish Harding, empresario y explorador británico de 58 años, presidente de la empresa de aviación Action Aviation, y el experimentado explorador francés Paul Henry Nargeolet, de 73 años.