Ecuador inició este domingo la jornada de sus elecciones generales extraordinarias y de dos plebiscitos ambientales contra el petróleo y la minería con la apertura de los centros de votación, donde están convocados a sufragar más de 13,4 millones de personas.
Un total de 4.390 recintos de votación comenzaron a abrir sus puertas desde las 07:00 hora local (08:00 hora de Chile) para recibir durante diez horas a los electores, hasta su cierre programado para las 17:00 hora local.
La votación se desarrolla bajo un estado de excepción decretado por el Gobierno tras el asesinato el 9 de agosto del candidato presidencial Fernando Villavicencio, acribillado a balas a la salida de un mitin electoral en Quito, por lo que las Fuerzas Armadas se encuentran desplegadas en todo el país para reforzar la seguridad de los locales de sufragio.
Debido a ello, la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Diana Atamaint, señaló que «el momento que vive la patria demanda que la ciudadanía, las instituciones políticas y del Estado y la fuerza pública cierren filas para combatir sin miedo a los pocos violentos que quieren sumir al país en la desesperanza».
«Quienes creemos en el Estado de Derecho, la respuesta debe ser democracia, democracia y más democracia. Invito a votar con optimismo y con la confianza de que las Fuerzas Armadas, la Policía Nacional y el CNE hemos puesto para garantizar unos comicios pacíficos y seguros mediante un plan de seguridad», apuntó Atamaint.
Y agregó: «Que el ejercicio de nuestros derechos sea nuestra mejor defensa frente a los que pretenden arrebatarnos la paz y sembrar el miedo mediante la violencia. Que el voto de cada uno sea un símbolo de convivencia pacífica, progreso y racionalidad», deseó.
«MUERTE CRUZADA»
El presidente de Ecuador, el conservador Guillermo Lasso, recordó que este proceso electoral es inédito, pues responde a la «muerte cruzada», el mecanismo constitucional que invocó el pasado mayo para disolver la Asamblea Nacional (Parlamento), de mayoría opositora, cuando se disponía a votar su destitución como último paso de un juicio político donde se le había acusado de presunto peculado (malversación).
El mandatario, que no se presenta a la reelección, aseguró que tomó esa decisión «para poner fin a una irracional obstrucción de algunos sectores políticos que tenían sumido al país en una profunda crisis».
«Así como el poder para gobernar me lo dio el pueblo, yo decidí devolverle el poder al pueblo para que con su voto viabilice los nuevos cambios que necesita Ecuador», señaló Lasso.
«Hoy, precisamente, Ecuador está ante un nuevo reto democrático: elegir de manera libre y consciente a quienes serán sus nuevos gobernantes. El voto es una herramienta fundamental para detener el avance de proyectos autoritarios que ponen en riesgo la estabilidad del país y para afianzar el desarrollo y la prosperidad de las familias ecuatorianas», agregó.
OCHO CANDIDATOS
Bajo una creciente ola de violencia que las autoridades atribuyen al crimen organizado, dedicado principalmente al narcotráfico, los ecuatorianos votan para elegir un nuevo presidente o presidenta y a los 137 nuevos integrantes de la Asamblea Nacional (Parlamento).
Los primeros votos ya se emitieron el jueves con la votación de los presos sin sentencia ejecutoriada y el viernes con el programa «Voto en casa», para personas mayores de 50 años y personas con discapacidad que no pueden desplazarse a los recintos de sufragio.
En Ecuador el voto es obligatorio para las personas de entre 18 y 65 años, mientras que es opcional para los adolescentes de entre 16 y 18 años y para las personas de más de 65 años, además de para los miembros de la Policía y de las Fuerzas Armadas.
También pueden votar más de 400.000 ecuatorianos empadronados en el exterior, cuyo sufragio será íntegramente telemático, mediante una plataforma informática a la que deben inscribirse previamente.
En total son ocho candidatos en la contienda para suceder al actual presidente, el conservador Guillermo Lasso, entre ellos la abogada y exasambleísta Luisa González, que busca el retorno al poder del correísmo -en alusión a la linea política del expresidente Rafael Correa- el exivcepresidente Otto Sonnenholzner y el exlegionario y empresario especialista en seguridad Jan Topic.
También compiten el indígena ambientalista Yaku Pérez, los empresarios Xavier Hervás y Daniel Noboa, el abogado independiente Bolívar Armijos y el periodista Christian Zurita, que tomó la decisión de asumir la candidatura de Villavicencio tras el asesinato de su colega de investigaciones periodísticas.
Los ganadores tanto de las elecciones presidenciales como de las legislativas completarán el periodo 2021-2025, interrumpido por Lasso en mayo pasado al invocar el mecanismo constitucional de la «muerte cruzada».
De forma paralela a estos comicios generales, los ecuatorianos también votan dos plebiscitos ambientales para prohibir el petróleo y la minería, respectivamente, en sendas áreas naturales.
El primero, de carácter nacional, propone detener la explotación del Bloque 43-ITT, uno de los principales yacimientos de petróleo del país, situado en el Parque Nacional Yasuní, considerado el corazón de la Amazonía ecuatoriana y un epicentro mundial de biodiversidad.
El segundo, que se desarrolla sólo en Quito, consulta si se prohíbe todo tipo de minería legal en el Chocó Andino, una zona de bosques montañosos declarada como reserva de la biósfera en 2018 por la Unesco y ubicada parcialmente dentro del área metropolitana de la capital ecuatoriana.