La crisis por las enfermedades respiratorias estacionales ha llevado a la red asistencial a aumentar en un 86,9% la capacidad basal de camas críticas pediátricas para atender a los niños, los más afectados por el virus respiratorio sincicial (VRS), el de mayor circulación hasta el momento.
La Sociedad Chilena de Medicina de Urgencia advierte que para fines de junio y comienzos de julio se proyecta un peak de influenza, para la cual existe vacuna. Sumado a un eventual nuevo incremento del sincicial, que no tiene tratamiento específico ni vacuna, «sería la tormenta perfecta» para la red de salud.
En este marco, «estamos estudiando las medidas de costo-efectividad de algunos tratamientos que son nuevos» contra el VRS, «que aún no tiene una aprobación por la FDA o un registro sanitario en Chile, pero estamos haciendo los estudios para poder analizar la posibilidad de implementarlos como medidas en el corto o mediano plazo», dijo la subsecretaria de Salud Pública, Andrea Albagli, en El Mercurio.
Recientemente la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) de EE. UU. y la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) autorizaron la primera vacuna, de la empresa GSK, pero pensada para los mayores de 60 años, también afectados por el sincicial.
Además, hace poco más de un mes la FDA recomendó el uso materno de una vacuna contra el VRS desarrollada por Pfizer para proteger a lactantes de corta edad, pero con una estrecha vigilancia para confirmar los datos de seguridad del estudio.
«Estamos en momento de empezar a utilizar elementos de prevención reales, vacunas a mayores de 60 años, vacunas a embarazadas, y sobre todo, existen formas como medicamentos que son anticuerpos monoclonales que se están usando en Europa, a partir de recién nacidos y hasta los seis meses», puntualizó en el matutino Ernesto Paya, presidente de la Sociedad Chilena de Infectología.
Sobre este último, se refiere a Nirsevimab, un fármaco inyectable que redujo en 83% las hospitalizaciones y que fue desarrollada por los laboratorios Sanofi y AstraZeneca, que ha sido aprobada por los expertos de la FDA y la EMA, y se vende en Reino Unido y Canadá.
Los anticuerpos monoclonales «lo que hacen es ayudar a fortalecer el sistema inmune para detener la propagación del virus en el cuerpo y se aplica justamente a los niños (…) es lo que estamos estudiando ahora», comentó la subsecretaria Albagli.
UN TRATAMIENTO «CARO»
La desventaja, precisó Alexis Kalergis, director del Instituto Milenio en Inmunología e Inmunoterapia, es que, «lamentablemente, tiene un alto costo, por lo que se dificulta su accesibilidad de manera masiva a la población».
El tratamiento está incluido en la Ley Ricarte Soto para niños nacidos de manera prematura o con alguna enfermedad predisponente.
Pero «actualmente se han desarrollado nuevos anticuerpos monoclonales para prevenir la infección por el VRS, y nuestro equipo de investigación también ha desarrollado un anticuerpo monoclonal contra este virus y que apunta a un nuevo blanco del virus (la nucleoproteína), que está en etapa de estudio», destacó Kalergis.
«De que es caro, es caro», reforzó Paya, «pero tenemos que ver si las medidas de prevención de este tipo finalmente son más baratas que tener que hacer lo que estamos haciendo ahora para reaccionar a la emergencia».