Una cosecha de frutas muy diferente es la que se desarrolla por estos días en la provincia de Osorno, ya que además de todos los cambios y dificultades que ha traído la pandemia para realizar estas faenas bajo los protocolos sanitarios, ahora se suma la escasez de mano de obra que alcanza un 20% en relación a la captación de años anteriores, que se explica por el temor de las personas a perder los actuales bonos y beneficios que da el Estado para los más vulnerables, según cuenta El Austral.
Por otra parte, el problema se da por la falta de guarderías donde se dejaban a muchos de los hijos de los trabajadores temporeros, las cuales por razones sanitarias están absolutamente impedidas de funcionar.
Si bien esto es lo que ocurre con los berries, específicamente con el arándano, la recolección de cerezas se mantiene en un muy buen ritmo de producción, ya que los actuales cosecheros son gente experimentada que viene de la zona central, con un ritmo de trabajo más veloz producto de la mayor experiencia en el rubro.
El presidente de este gremio, Christian Arntz, aseveró que uno de los problemas que se ha detectado, es que muchas personas tienen temor de perder los beneficios del Estado al reintegrarse al mundo del trabajo, por lo cual se requiere un mayor esfuerzo del Gobierno para difundir los límites de las ayudas.
Arntz destacó el hecho de que los productores han implementado estrictos protocolos sanitarios para evitar contagios, con el objetivo de asegurar la salud de todos los trabajadores.