El sector público llevó a cabo un paro nacional este jueves, convocado por la ANEF y la CUT, con el objetivo de exigir un reajuste salarial y la mejora de las condiciones laborales. La movilización, que incluyó una marcha por la Alameda, reunió a unas 60 mil personas a nivel nacional, según la CUT.
El presidente de la CUT, David Acuña, calificó la protesta de “exitosa”, destacando la participación de más de 30 mil personas a nivel local. La principal demanda es un reajuste salarial de 7,5% nominal (3% real), además de la garantía de estabilidad laboral, especialmente para los trabajadores a contrata.
Acuña expresó que la movilización busca visibilizar la “precarización” de las condiciones laborales del sector público.
El paro también responde a un reciente dictamen de la Contraloría que podría afectar la estabilidad de los trabajadores a contrata y la “confianza legítima” . “La estabilidad laboral para los trabajadores públicos es un tema muy sensible”, señaló Acuña.
Respuesta de Gobierno
Además, los funcionarios reclaman el cumplimiento de compromisos estatales sobre jornada laboral y salud mental.
Desde el Gobierno, los ministros Mario Marcel y Jeannette Jara cuestionaron la conveniencia de realizar un paro antes de comenzar las negociaciones. Marcel afirmó que “protestar por algo que aún está en discusión es difícil de entender”, mientras que Jara expresó que “no le encuentro mucho sentido” a la movilización previa al diálogo.
Acuña, por su parte, lamentó la postura de los ministros, especialmente la de Jara, quien fue dirigenta sindical antes de asumir el cargo. “Nos llama la atención que no entiendan la movilización”, dijo.
Las negociaciones continúan este viernes, pero Acuña advirtió que los trabajadores se mantienen en estado de alerta y seguirán movilizándose si es necesario.