El Ministerio Público de Osorno llevó a tribunales dos denuncias de tratos degradantes en contra de estudiantes del colegio San Mateo, cometidos por docentes del recinto jesuita de calle Barros Arana.
Se trata de un sacerdote y un profesor de enseñanza media, quienes a comienzos de semana llegaron al Juzgado de Garantía de Osorno para ser formalizados, pero en causas separadas.
Nicole A, tía de un alumno de 16 años de tercero medio, relató que la agresión física por parte del religioso fue el 25 de abril pasado en una actividad en una parroquia de la población Quinto Centenario.
La audiencia de formalización fue a comienzos de semana, donde según la familiar, el sacerdote pidió disculpas por lo ocurrido. «El religioso llegó a la audiencia en el tribunal y el caso fue cerrado con unas disculpas públicas, pero en el colegio no le han brindado ningún tipo de asistencia a mi sobrino. El agresor fue separado de las actividades de tercero y cuarto medio, pero mi sobrino se lo encuentra en las actividades del plantel, lo que genera incomodidad”, dijo.
El fiscal de la causa, José Vivallo, imputó cargos por el delito de trato degradante a menor de edad. “Los hechos ocurrieron en una actividad en una olla solidaria que se realiza en la capilla de la Quinto Centenario, donde el alumno recibió un golpe a mano abierta en su mejilla propinada por el sacerdote, denuncia que fue ingresada por la madre. Se hicieron las diligencias y llegamos a la formalización donde la víctima, representada por un abogado querellante, logró un acuerdo reparatorio. El imputado reconoce el hecho, pero le da otra connotación, no de la gravedad que nosotros estimamos, ya que es una agresión pública a un adolescente”, indicó.
Desde el Colegio San Mateo, el rector Camilo Echeverría Zárate indicó que “a solicitud de la parte denunciante y sus abogados, se puso término al proceso, a través de un acuerdo reparatorio que se concretó en disculpas públicas ante el tribunal, aceptadas por la denunciante, exonerando de toda responsabilidad a la Compañía de Jesús y al Colegio San Mateo de Osorno. Además, siempre a requerimiento de la denunciante, el jesuita accedió a una reparación material, a través de una compensación económica”.
En el mismo recinto judicial se formalizó el caso de un profesor de educación media de 37 años, quien fue denunciado por los padres de una alumna de 16 años.
Según lo manifestado por el fiscal José Vivallo, el caso ingresó al Ministerio Público en abril pasado, donde un docente comenzó a mandar correos a una alumna de manera constante desde agosto de 2023, fuera del horario de clases y en periodo de vacaciones. Hoy la joven tiene 18 años. Según el fiscal, el maestro realizaba una tutoría a la alumna no autorizada por el plantel.
“La denuncia fue realizada por los padres de la alumna y el colegio. En los correos electrónicos, el docente le dice a la joven que le agrada y la corteja con palabras no apropiadas al trato entre profesor y una escolar. Demuestra en sus correos un afecto más allá del propio que se debe esperar entre alumno y docente. Su trato y conversación excede al normal entre ambos y se extendió además en la época de verano, fuera del periodo de clases”, explicó el fiscal Vivallo.
El persecutor dijo que la alerta se dio en una jornada de tutoría al interior del colegio, “donde el profesor la abrazó como queriendo consolarla y eso para la niña fue incómodo, ella interpretó que él estaba llevando la relación a otro sentido. El colegio y los padres desconocían de esta tutoría que tenía el profesor, sin cumplir los protocolos que se deben aplicar”, sostuvo Vivallo.
Se fijó un plazo de investigación de 60 días, con prohibición de acercarse a la víctima y arraigo nacional.
En el Colegio San Mateo indicaron, mediante un comunicado, que “con relación a la denuncia recibida contra un profesor de nuestro colegio, hemos abierto y ejecutado el protocolo correspondiente, aplicando las medidas de resguardo de los miembros de la comunidad involucrados y puesto a disposición de las autoridades toda la información necesaria. No obstante, este es aún un caso abierto y estamos a la espera de lo que pueda indicar la autoridad competente, entendiendo que el colegio no tiene las atribuciones para investigar este tipo de denuncias”.