Un brote tras la realización de un culto en San Pedro de la Paz y otro por una ceremonia en Osorno; el llamado del autodenominado pastor Javier Soto a predicar en las calles «comprometiéndose» a sanar a los contagiados de covid-19; y las convocatorias a cultos en La Pintana, hechas por el pastor Ricardo Cid, que terminaron con una acción judicial de la municipalidad de esa comuna.
Estos son solo algunas de las situaciones que han complicado a la iglesia evangélica en medio de la pandemia por el coronavirus. Una situación que preocupa y que llevó a parte los líderes de esta religión a reunirse con representantes del Gobierno la jornada de ayer.
De hecho los casos ocurridos en las regiones de Biobío y Los Lagos fueron determinantes para que la autoridad sanitaria resolviera decretar cuarentena en las comunas afectadas y actitudes como la de Soto y Cid han obligado a que diversas autoridades evangélicas hayan tenido que salir a dar explicaciones en todos los medios de comunicación, desmarcándose de ellos.
Según la última encuesta Bicentenario (julio-agosto 2019) un 18% de los chilenos declara profesar la religión evangélica en Chile y según comentó en abril del año pasado el doctor en Historia y experto en Iglesia, Marcial Sánchez, los distintos catastros revelan que hay entre 3.200 y 3.600 iglesias a lo largo del país, por lo que el control de la prohibición de realizar ceremonias no es fácil.
El presidente de la Mesa Ampliada de Entidades Evangélicas y Protestantes, Emiliano Soto, condenó duramente la convocatoria a al menos cuatro ceremonias realizadas por Ricardo Cid, situación que terminó con la alcaldesa Claudia Pizarro clausurando el lugar donde se realizaban y querellándose.
Según dijo la jefa comunal, el dueño del recinto -también evangélico- le explicó que normalmente el pastor Cid se reúne con sus fieles en Santiago, pero debido a que esa comuna estaba en cuarentena, buscó otro lugar para el culto. De acuerdo al presidente de la Mesa Ampliada ese es el punto que que más les ha costado transmitir a quienes lideran las iglesias en el país y han pedido colaboración a las autoridades de Gobierno para frenar nuevas actividades.
El hecho de que se limite a que no puedan reunirse más de 50 personas en una zona sin cuarentena produce «una ventana de la que muchos se cuelgan para poder desarrollar lo que estimen conveniente», comentó el pastor Emiliano Soto.
«La situación en la que aparece Ricardo Cid más bien es una irresponsabilidad y una falta de conciencia, pero dentro de la legalidad existe todavía una posibilidad de algunos pastores de reunirse. Entonces solicitamos que la autoridad pueda restringir aún más, hablar de cinco o diez personas, a lo mejor», señaló en Cooperativa.
Desde el Gobierno han dicho que cualquier conducta de riesgo bajo la crisis sanitaria es delito y así lo estipula además el Código Procesal Penal, que señala en su artículo 318 que «el que pusiere en peligro la salud pública por infracción de las reglas higiénicas o de salubridad, debidamente publicadas por la autoridad, en tiempo de catástrofe, epidemia o contagio, será penado con presidio menor en su grado mínimo o multa de seis a veinte unidades tributarias mensuales».
Y si bien la autoridad religiosa enfatizó que de los casi tres millones de evangélicos a nivel nacional están comprometidos con colaborar con la crisis, insistió en su preocupación por quienes han liderado este tipo de conductas.
«La gran mayoría está en contra de este tipo de acciones, de conductas de pseudopastores que convocan a la gente y lamentablemente los desacreditan a todos. Este es un punto negro dentro de nuestra realidad evangélica, que es lamentable», indicó.
El llamado a no acudir a este tipo de convocatorias, desacreditando lo hecho por Javier Soto y Ricardo Cid se lo han tomado muy en serio las autoridades oficiales de la iglesia evangélica, por eso la tarde de ayer se reunieron -vía remota- con el ministro de la Segpres, Felipe Ward.
En la reunión le presentaron al secretario de Estado la Plataforma Evangélica del Servicios, en ella se detalla por ejemplo la infraestructura que la comunidad pone a disposición de la autoridad sanitaria para los requerimientos de la crisis y aseguraron que cerca del 90% de las iglesias a lo largo del país suspendieron los cultos presenciales.
«Sostuvimos una muy buena reunión con los líderes de las iglesias evangélicas y nos han confirmado que más del 90% de ellos ha suspendido la celebración de cultos presenciales en todo Chile, además de otras medidas para proteger la salud no tan solo de sus fieles sino que también de sus pastores. Esto es lo más importante hoy día», dijo el ministro tras el encuentro.
La posibilidad y facilidad con que una persona puede inscribir su propia iglesia evangélica sin ser reconocido por la orgánica institucional complica el escenario, reconocen los miembros de la iglesia.
Y así lo hizo ver el pastor Pablo Zepeda quien aseguró que «hemos apelado mucho y hemos emplazado también al Ministerio Público porque ahora cualquiera se levanta y se autodenomina pastor», dijo junto con desacreditar que Javier Soto y Ricardo Cid sean reconocidos como pastores en los registros oficiales de la institucionalidad y recordando que el segundo cumple condena en libertad por abuso sexual, entre otros hechos por los que ha estado en la palestra.
El pastor Zepeda comentó ayer en el matinal Bienvenidos que «hemos visto lo bueno, lo mejor y lo feo de muchos ministerios en esta crisis. El llamado ha sido contundente por parte de los diferentes concilios que no se congreguen, por un tema de seguridad para nosotros y nuestros feligreses».
En ese sentido, la diputada Francesca Muñoz, quien es una de las parlamentarias que profesa esta religión en la bancada de Renovación Nacional, enfatizó en que «la forma de organización de la iglesia evangélica es diferente».
«Los pastores se agrupan a través de concilios y consejos pastorales, mientras que los casos que se han dado son de líderes que no pertenecen a una organización pastoral de su comuna o no pertenecen a una denominación nacional, pero son casos aislados, no ha sido la generalidad», comentó.
En esa línea, la parlamentaria por la Región del Biobío afirmó que la gran mayoría de los pastores han respaldado y seguido las medidas decretadas por el Gobierno y al igual como lo han enfatizado las autoridades evangélicas hizo un llamado a los fieles a seguir participando de esas ceremonias, pero de manera virtual recordando que se «están usando diversas plataformas digitales para realizar sus reuniones, a través de aplicaciones como Zoom o Facebook Live».
Fuente: Emol.com