Con el firme propósito de brindar la mejor atención posible a las personas privadas de libertad, y contribuir de esta manera a su proceso de reinserción a la sociedad, el Centro de Cumplimiento Penitenciario de Osorno y el Centro de Salud Familiar Pampa Alegre establecieron una alianza de trabajo para fortalecer la atención de salud de quienes están recluidos en el recinto penitenciario.
De este modo, hasta la cárcel de Osorno concurren médicos, enfermeras, matronas y nutricionistas del Cesfam, ubicado en el sector de Francke, para atender las necesidades de los internos e internas.
Además de las atenciones profesionales, los internos se benefician de los programas de salud mental, cardiovascular o dental. También se entregan los medicamentos para quienes tienen enfermedades crónicas y la alimentación complementaria para los adultos mayores.
Especial preocupación reciben las mujeres recluidas, imputadas o condenadas, quienes cuentan con atención especializada de matrona y nutricionista.
Para cubrir las necesidades que van surgiendo en el día a día resulta fundamental la coordinación, tarea que realizan las enfermeras Jessica Calderón, de Gendarmería, y Ana Ancapán, del Cesfam.